Capítulo 18
Capítulo 18
Capítulo 18
Javier condujo hasta un edificio inacabado no muy lejos de alli.
“Maldita sea, ¿cómo se le ocurrió a Samuel meter a alguien en este lugar tan espeluznante?“.
Javier miró a su alrededor, todo estaba oscuro y no se escuchaba ningún otro sonido, sólo el eco de sul
propia voz
Samuel fue arrastrando fuera del auto por Fabio, tropeo y cayendo antes de lograr ponerse de pie.
Javier se acercó y le dio una patada: “Habla! ¿Dónde está la persona?”
Fue… fue escondida por la gente que la secuestro, nosotros sólo dijimos que ibamos a darle una lección a esa Fernanda, pensando… pensando que después de obtener el dinero, volariamos este edificio. No sólo acabariamos con la vida de Sebastián, sino que también conseguiriamos una gran suma de dinero, y seria como presentarle un logro al Sr. Fabio, realmente no esperábamos que la Srta. Fernanda y el Sr. Fabio se conocieran de antes“.
“¿Volarlo? ¿Hablas de volar esto?“. Javier abrió mucho los ojos: “¿Una bomba de tiempo?“.
Samuel asintió con miedo, temblaba sin parar.
Los ojos de Fabio brillaban friamente, y Samuel, al verlos, no pudo evitar tragar saliva de miedo.
“Javier, ata a este hombre. Si la bomba explota, quiero que él sea el primero en morir“.
Samuel rápidamente se puso de rodillas para suplicar, pero Javier lo ató de pies y manos. Text © owned by NôvelDrama.Org.
Ese edificio inacabado era un laberinto, pero ahora que estaba seguro de que Fernanda estaba a salvo, lo mas importante era desactivar las bombas del alrededor.
En ese momento, un Bentley negro se acercó.
Fabio reconoció al instante que el dueño del auto era Sebastián.
“Sr. Borrego, ¿dónde estamos? Tengo miedo“.
Lorena agarró con miedo la manga de Sebastián.
Sebastián le acarició el dorso de la mano: “Quédate en el auto, no bajes“.
Lorena asintió.
Javier, al ver bajar a Sebastián del auto, soltó un resoplido frío: “Tu esposa fue secuestrada y aún tienes tiempo para amorios con tu amante“.
“¿Quién secuestro a Fernanda?‘. Sebastián miró fríamente a Fabio: “Si no me equivoco, Samuel es uno de
tus hombres“.
Fabio respondió friamente: “Fue una decisión unilateral de él“.
Javier, impaciente como una hormiga en un sartén caliente, dijo: “¿Qué hacen charlando? ¿Ya no vamos a desactivar la bomba?“.
“¿Qué bomba?“.
Sebastián se puso tenso de inmediato.
“Este edificio está minado, Javier y yo buscaremos la bomba, tú ve a buscar a Fernanda y sal de aquí en cuanto la encuentres“.
Al escuchar eso de Fabio, Samuel, que estaba atado en el suelo, tembló y dijo: “No servirá de nada, les dije
que para eliminar pruebas y no dejar rastro, instalaran tres bombas en cada edificio, y explotarán en quince minutos
“¿Que has dicho? ¿Cómo es que recién lo mencionas ahora?“.
Javier agarró el cuello de la camisa de Samuel, deseando poder matar al desgraciado en ese mismo
instante
Samuel, ya golpeado dos veces, no se atrevió a levantar la cabeza.
“Es demasiado tarde para desactivar las bombas, ¡yayamos a buscar a Fernanda ahora!“.
Fabio dijo eso y corrió hacia el edificio inacabado, con Javier siguiendolo de cerca.
Sebastian dijo al conductor: “Lleva a Lorena afuera, espera mis noticias“.
“Entendido, Sr. Borrego”
El conductor condujo fuera del edificio inacabado.
Lorena, incapaz de contenerse, pregunto: “¿Fernanda está en gran peligro ahora?“.
“Si, Srta. Lorena, por favor, no se mueva de aqui, este lugar está minado“.
Lorena asintió obedientemente.
Miró hacia el edificio inacabado y de repente tuvo un pensamiento malicioso.
¡Si Fernanda simplemente muriera alli, seria perfecto!
“Fernanda! ¡Fernanda! ¡Si me escuchas, responde!“.
En el edificio abandonado, Fernanda abrió los ojos confundida al escuchar esa voz que parecia ser de
Sebastián.
Sacudió la cabeza.
¿Cómo podría Sebastián estar alli?
Probablemente, en ese momento estaria declarándole su amor a Lorena.
“¡Fernanda!“.
La mente aún nublada de Fernanda se aclaró de golpe al escuchar la voz de Fabio,
¿Fabio?
Al prestar más atención, también pudo distinguir las voces de Javier y Sebastián alrededor.
2/2.